San Juan
6,60-69
Hoy en el
Evangelio los discípulos de Jesús se quejan por el duro lenguaje que tiene el
Maestro, es decir, por lo exigente que es. Y es verdad, seguir a Cristo no es
fácil, siempre nos pide que entreguemos todo, nuestra fuerza, nuestro corazón,
todos los dones que hemos recibido.
En el medio
del texto del evangelio, Jesús dice: yo, por eso les he dicho, que nadie puede
venir a mí si el Padre no se lo concede. Es decir, que seguir a Cristo,
acercarse al Padre, es responder a una llamada de Dios que nos habló, que nos
amó primero, que nos invita realmente a tener vida en abundancia, esa vida
regalada por el Espíritu dice el texto del evangelio que estamos compartiendo.
Estamos hoy,
en este sábado en las vísperas de la vigilia del Buen Pastor, en la cual, la
Iglesia Católica celebra, festeja, hace memoria de Jesucristo como Pastor de
todo su rebaño, de todas las ovejas que somos nosotros, en el cual nos convoca,
nos llama, nos invita a responderle con un ¡SI! Sabiendo las exigencias de este
llamado, sabiendo que el Maestro, siempre pide todo. Por eso la queja de los
discípulos. Y la respuesta de Jesús al final ¿También ustedes quieren irse?
Afortunadamente, Pedro responde: ¡Señor a quién iremos, Tú tienes Palabras de
Vida Eterna! reconociendo que solo de Jesús, nos puede venir la verdadera
Salvación.
Pidamos en
ésta jornada del Buen Pastor entonces, la gracia de responder con un verdadero
¡SI! en la Vocación que Dios nos haya regalado, ya sea en la vida matrimonial,
religiosa, sacerdotal, misionera, responder con un verdadero Si a su llamado y
también comprometernos a rezar por las distintas Vocaciones que tiene la
Iglesia Católica.