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7 de diciembre

 

Mateo 7,21.24-27

Este pasaje de Mateo nos presenta una enseñanza poderosa de Jesús acerca de la importancia de poner en práctica su Palabra y hacer la voluntad del Padre. En este texto, Jesús utiliza la imagen de dos fundamentos: uno construido sobre la roca y otro construido sobre la arena.

El primer lugar, Jesús nos advierte que no basta con decir "Señor, Señor", o tener conocimiento teórico de su enseñanza. Incluso aquellos que hacen milagros en su nombre pueden ser rechazados si no hacen la voluntad de Dios. La fe debe ir acompañada por obras, por una vida coherente con los mandamientos y enseñanzas de Jesús.

Además, Jesús nos compara con casas construidas sobre diferentes fundamentos. Aquellos que escuchan sus palabras y las ponen en práctica construyen sobre la roca, lo cual representa una vida estable y firme. Por otro lado, aquellos que escuchan pero no obedecen, construyen sobre la arena, lo cual representa una vida frágil y vulnerable a la adversidad.

La voluntad de Dios debe ser nuestra guía y nuestro fundamento. Jesús mismo nos enseña esto en la oración del Padre Nuestro, donde pedimos que se haga la voluntad de Dios en nuestras vidas. Al buscar y seguir la voluntad de Dios, estamos construyendo una base sólida para nuestra vida espiritual.

Por lo tanto, este pasaje nos llama a reflexionar sobre la importancia de vivir conforme a la voluntad de Dios. No sólo debemos creer en Jesús, sino también obedecer sus enseñanzas y ponerlas en práctica en nuestro día a día. La verdadera fe se manifiesta en acciones concretas, en amar y servir a los demás, en vivir de acuerdo a los valores del Reino de Dios.

Que la búsqueda de la voluntad de Dios sea la estrella que guíe nuestro camino y afiance sobre roca nuestra vida. Que cada día busquemos hacer la voluntad de Dios en todos los aspectos de nuestras vidas, confiando en que al edificar sobre su Palabra, seremos capaces de resistir las tormentas y desafíos que se presenten.

Ven, Señor, ayúdanos a ser fieles y obedientes a tu voluntad, para que podamos construir una vida sólida y firme en ti. Amén.