San Lucas 17, 26-37
Hoy Jesús nos habla sobre el fin del tiempo y la naturaleza
de su segunda venida. Compara los tiempos que precederán a su regreso con los
tiempos de Noé y Lot, enfatizando la importancia de estar preparados y vigilantes.
La enseñanza principal que podemos extraer de este evangelio
es la necesidad de vivir una vida de rectitud y obediencia a Dios en todo
momento. Jesús advierte a sus seguidores que en los días previos a su venida,
la gente estará envuelta en sus asuntos cotidianos, sin prestar atención a las
señales de advertencia.
Este llamado a la vigilancia y la preparación nos desafía a
no caer en la complacencia espiritual. A menudo, podemos distraernos fácilmente
con las preocupaciones terrenales y descuidar nuestra relación con Dios. Pero
Jesús nos insta a estar siempre alerta y conscientes de su retorno, para que no
seamos sorprendidos desprevenidos.
Además, Jesús también nos recuerda la importancia de ser
fieles a nuestra fe incluso en medio de la persecución y la oposición. Él habla
de aquellos que buscarán su propia seguridad y rechazarán el mensaje del reino
de Dios. Sin embargo, nos anima a perseverar y permanecer firmes en nuestra fe,
sabiendo que al final, seremos recompensados por nuestra fidelidad.
Esta enseñanza de Jesús nos invita a examinar nuestras vidas
y evaluar nuestra actitud hacia su segunda venida.
¿Estamos viviendo de acuerdo con los principios del reino de
Dios? ¿Estamos preparados para encontrarnos con Él en cualquier momento?
¿Estamos dispuestos a mantenernos firmes en nuestra fe, incluso cuando
enfrentamos desafíos y persecución?
Recordemos que este evangelio nos llama a vivir una vida de
vigilancia y preparación, estando siempre atentos a la venida de Jesús.
Nos recuerda la importancia de vivir una vida de rectitud y
fidelidad, incluso en medio de la oposición. Que esta reflexión nos motive a
ser diligentes en nuestra relación con Dios y a vivir de acuerdo con su
voluntad en todas las áreas de nuestras vidas.