Páginas

4 de enero

 

San Juan 1, 35-42

Este pasaje de Juan nos presenta el encuentro de Jesús con los primeros discípulos. En este texto, encontramos una invitación a seguir a Jesús no solo desde las ideas, sino desde una experiencia vital que transforma nuestras vidas.

En el relato, Juan el Bautista señala a Jesús como el Cordero de Dios y dos de sus discípulos deciden seguirlo. Cuando Jesús se da cuenta de que lo siguen, les pregunta: "¿Qué buscan?" Ellos responden: "Rabbí, ¿dónde vives?" Jesús les responde: "Vengan y vean". Así, los discípulos pasan tiempo con Jesús y experimentan una profunda transformación.

Esta experiencia de seguir a Jesús no se trata solo de compartir sus ideas o creencias, sino de vivir de una manera determinada frente al mundo y a los demás. Es un llamado a dejar atrás nuestras antiguas formas de vida y abrirnos a una nueva forma de ser y actuar.

La oración que mencionas es una hermosa petición que refleja el deseo de tener una experiencia vital con Jesús que nos cambie y nos convierta en seguidores alegres y confiados. Es importante recordar que Jesús está siempre dispuesto a acogernos y a transformarnos, pero también necesitamos estar abiertos y dispuestos a dejarnos cambiar por Él.

Para tener una experiencia vital con Jesús, es fundamental buscarlo en oración, en la lectura de la Palabra de Dios y en los sacramentos. Es importante también buscar vivir de acuerdo con sus enseñanzas, amando a nuestros prójimos, perdonando, sirviendo y buscando la justicia y la paz.

Siguiendo a Jesús de manera determinada, experimentaremos su amor y su gracia transformadora en nuestras vidas. Nos convertiremos en verdaderos discípulos alegres y confiados, testigos de su amor y portadores de su mensaje de salvación para el mundo.

Así que, pidamos al Señor la gracia de tener una experiencia vital con Él que nos cambie y nos convierta en seguidores discípulos alegres y confiados, para que podamos ser luz en medio de la oscuridad y reflejar el amor y la misericordia de Jesús en nuestras vidas.