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14 de noviembre

 

San Lucas 17, 1-6

 

Este pasaje nos presenta una enseñanza fundamental de Jesús sobre el perdón y la fe.

Les habla a sus discípulos y les advierte sobre lo inevitable de que ocurran ocasiones de pecado y tropiezo en la vida, pero también les muestra el camino para superar estas situaciones.

Jesús comienza diciendo: "Es imposible que no haya tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vienen!". Aquí, Jesús reconoce que vivimos en un mundo imperfecto y lleno de tentaciones, donde es probable que enfrentemos momentos de tropiezo y pecado.

Sin embargo, también nos señala la responsabilidad que tenemos de cuidar nuestras acciones y evitar ser causa de tropiezo para los demás.

Luego, Jesús aborda el tema del perdón. Él dice: "Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y siete veces vuelve a ti diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".

Aquí, Jesús nos muestra la importancia de perdonar a quienes nos han ofendido, incluso si lo hacen repetidamente. Nos invita a la comprensión, la paciencia y la disposición de perdonar, tal como Dios nos perdona abundantemente.

Jesús continúa hablando sobre la fe y el poder que esta puede tener en nuestras vidas. Él dice: "Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decirle a este sicómoro: 'Desarráigate y plántate en el mar', y os obedecería".

Aquí, Jesús nos muestra que la fe, aunque pequeña, puede tener un impacto poderoso en nuestra vida y en las circunstancias que enfrentamos.

Nos anima a confiar en Dios y a creer en su poder para realizar cosas extraordinarias a través de nosotros.

En otras palabras, oeste pasaje nos invita a cuidar nuestras acciones, a perdonar a los demás y a tener una fe auténtica en Dios. A través de estas enseñanzas, Jesús nos muestra cómo podemos vivir una vida de rectitud, amor y transformación.