San Lucas
13, 10-17
Estamos ante
una pobre mujer encorvada. Jesús con un gesto de amor hace una curación en sábado.
Había una ley ya desde Moisés que impedía todo trabajo en sábado. Era la ley
sabática. En el sábado que era dedicado a Dios no se podía hacer ningún trabajo
ni sanar a un enfermo. Pero Jesús la va a sanar ese día para mostrar que la
persona está por encima de la ley.
Muchos se
escandalizaron que Jesús curara en sábado. Este hecho de Jesús nos enseña que
la caridad con las personas es superior a todo. El amor está por encima de la
ley. Muchas veces nos quedamos atrapados en la ley.
Si la ley nos impide ejercer la caridad
fraterna no nos sirve para nada. Ya Jesús había dicho que no es el hombre para
el sábado, sino el sábado para el hombre. Muchas veces podemos practicar una
religión que nos hace esclavos. Parafraseando lo que dijo Jesús, podemos decir
que no es el hombre para el auto, sino el auto para el hombre.
Conocí a un hombre que se pasaba limpiando su
auto, y lo cuidaba más que a su mujer. La prioridad siempre son las personas,
ellas están por encima de las cosas, están por encima de la ley. Jesús siempre
dio la primacía a las personas ante que la ley. Jesús por ayudar a los enfermos
no cumplía la ley sabática por eso era mal visto por muchos.
Lo que era
el sábado para el judío hoy sería el domingo para nosotros. Es un día para
Dios. ¿Lo tenemos presente a Dios cada domingo? Además, de dedicar el domingo a
Dios ¿ayudamos a enderezarse a las personas que están agobiadas? Hay muchas
personas a nuestro lado que están encorvadas por algún sufrimiento.
Qué hermoso
sería de proponernos hacer cada domingo algún acto de caridad. Que pudiéramos
tener un plus que no hacemos en la semana. Como tener una atención para con
algún enfermo o ancianito, o con alguien que está solo, o con algún familiar
que hace mucho que no visitamos, o hacer una llamada telefónica amable. O
visitar a algún pariente que tenemos abandonado, o ayudar a desatar a alguien
que esté atado en su sufrimiento. ¡Cuánto bien podríamos hacer!
No dejemos
de ser caritativos, y que Dios nos dé mucho amor para trasmitir a los
demás.