Marcos
3,31-35
El pasaje de
Marcos 3,31-35 nos presenta un momento en el que Jesús amplía la noción de
familia y comunidad, al responder a la noticia de que su madre y sus hermanos
están afuera buscándolo. Jesús responde que su verdadera familia son aquellos
que hacen la voluntad de Dios.
Basándonos
en este texto, la reflexión invita a considerar la nueva forma de ser familia y
comunidad que Jesús propone. En lugar de limitar la idea de familia a los lazos
de sangre, Jesús amplía el concepto incluyendo a todos aquellos que buscan
cumplir la voluntad de Dios, formando así una gran familia espiritual.
La reflexión
nos desafía a considerar cómo podemos vivir de acuerdo con la voluntad de Dios,
buscando el bienestar de los demás y trabajando por un mundo mejor. Nos anima a
ver a todos los seres humanos como parte de una gran familia de Dios, sin
importar su origen o circunstancias, y a trabajar juntos para cumplir la
voluntad de Dios, que implica buscar el bienestar y la plenitud de vida para
todos.
Este texto
nos invita a ampliar nuestra comprensión de la familia y la comunidad,
reconociendo que todos aquellos que buscan cumplir la voluntad de Dios forman
parte de la familia espiritual de Dios. Nos desafía a trabajar juntos para
conformar una familia que busca el bienestar de todos, sin divisiones ni
exclusiones, siguiendo el ejemplo de Jesús.