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12 de octubre

 

San Lucas 11,5-13

En el Evangelio de hoy el Señor nos sigue enseñando sobre la oración, sobre cómo debemos orar. Y más que nada nos enseña que la oración debe ser confiada e insistente. Cuando necesitemos algo no tenemos que dudar de pedir lo que nos hace falta, y tenemos que hacerlo con insistencia y en cualquier momento. Siempre es oportuno para pedir en la oración. Basta con que cuando pidamos en la oración lo hagamos con insistencia y confiados en saber que vamos a alcanzar aquello que pedimos.

Orar, orar con el corazón, pedir con el corazón. No tengamos miedo en pedir lo que necesitemos a nuestro Padre Dios en la oración, que seguro nos escucha y nos da lo que necesitemos.

San Juan de la Cruz nos dice “Se alcanza de Dios, como de él se espera” y Santa Teresita nos enseña también que “la oración es como una Reina que en todo momento tiene acceso al Rey y que alcanza todo aquello que le pida”.

Jesús nos dice que Dios es buen padre que ama a sus hijos y que da generosamente a los que le piden.

¿Piense que Dios es un buen padre y que siempre nos da lo que nos hace falta? ¿Cuántas veces en tu vida experimentaste la bondad de Dios? ¿Cómo es tu oración hacia Dios? ¿Tu oración es confiada e insistente? ¿Qué pasa cuando sentís que tu oración a sido escuchada? Porque seguramente muchas veces Dios escuchó tus oraciones y eso te ayudó a crecer más en confianza con él.

Hoy pidamos en la oración crecer más en la confianza y en la insistencia sabiendo que se alcanza como se pide.