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26 agosto

 


San Mateo 23,1-12

Buen día, buen día, espero hayas comenzado lindo este tiempo de renovación interior. Hoy Jesús en su Palabra nos dice por un lado quienes y como son los fariseos y luego deja a sus discípulos consejos claros de cómo deben ser quienes quieren seguir sus huellas.

Dice Jesús: los fariseos atan pesadas cargas y difíciles de llevar, pero ellos no quieren moverlas ni siquiera con un dedo, todo lo hacen para que lo vean.

 

Cuantas veces podrían llamarnos fariseos, cuantas veces somos expertos en decir lo que los demás tienen que hacer y en el cómo y sin embargo nosotros no hacemos nada, cuantas veces exigimos que el otro obre de tal o cual manera, sin mirarnos primero nosotros, sin exigirnos nada; cuantas veces incluso, somos Cristianos solo para la selfie…para mostrarnos.

 

Necesitamos renovarnos en Jesús, contemplando su vida y entrega, escuchando su Palabra. Sabiéndonos heridos, reconociéndonos necesitados de sanación, queremos, en este tiempo, renovar nuestro obrar y corazón, poniéndonos al servicio de los demás, aunque nadie lo sepa, ni nadie nos vea, queriendo ser servidores de verdad, discípulos enamorados de Jesús que quieren vivir todo por amor a Él y teniendo sus mismos sentimientos: humildad, entrega generosa, misericordia.

 

Señor, en este tiempo de gracia, queremos renovar tu amor en nosotros, haciéndonos parecidos a ti, discípulos renovados en tu amor, por eso te pedimos que nos des un corazón semejante al tuyo, compasivo y humilde, servicial y misericordioso.