San Marco 2, 18-22
En cierto
sentido, veo el Evangelio como un recordatorio de que tenemos la "Buena
Noticia" en Jesús. Me gusta pensar que al menos parte del mensaje del
Evangelio de hoy implica considerar activamente cómo respondemos en cada
momento.
Aunque hay
un tiempo para la penitencia y el ayuno, me siento atraído por la importancia
de reconocer y abrazar el bien cuando está presente. Tenemos una existencia
frágil en esta tierra.
2022 fue un
año difícil con virus que continuaron, el comienzo de una guerra en Europa, la
inflación y los fenómenos meteorológicos que insinúan el impacto real del
cambio climático. Estos retos me llevan a preguntarme cómo empleo mi tiempo.
Volviendo al
Evangelio, tengo la sensación de que Jesús sabe lo que nos espera en el camino
y que quizá sea saboreando el tiempo juntos como mejor se dediquen esos
momentos.
También veo
este Evangelio como un recordatorio de cómo Jesús emplea su tiempo. Me recuerda
que está presente para llevar a los pecadores de vuelta a Dios, más que para
concentrarse en actos de piedad. Veo en este pasaje Su intento de dejar claro
que hay un mensaje nuevo que sí cabe en el viejo envoltorio. Este es el centro
de mi oración de hoy.
Querido
Señor,
Demasiado a
menudo caigo en la justicia propia de los fariseos.
La vida es
tan corta; al final de cada día, veo cuánto de mi tiempo ha sido mal empleado.
Guíame para
que invierta mi tiempo en las cosas que realmente importan.
Refuerza mi
conciencia del servicio que hace de este mundo un lugar mejor.
Ayúdame a
abrazar el nuevo mensaje que trae Jesús.