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16 de enero


 San Marco 2, 18-22

En cierto sentido, veo el Evangelio como un recordatorio de que tenemos la "Buena Noticia" en Jesús. Me gusta pensar que al menos parte del mensaje del Evangelio de hoy implica considerar activamente cómo respondemos en cada momento.

Aunque hay un tiempo para la penitencia y el ayuno, me siento atraído por la importancia de reconocer y abrazar el bien cuando está presente. Tenemos una existencia frágil en esta tierra.

2022 fue un año difícil con virus que continuaron, el comienzo de una guerra en Europa, la inflación y los fenómenos meteorológicos que insinúan el impacto real del cambio climático. Estos retos me llevan a preguntarme cómo empleo mi tiempo.

Volviendo al Evangelio, tengo la sensación de que Jesús sabe lo que nos espera en el camino y que quizá sea saboreando el tiempo juntos como mejor se dediquen esos momentos.

 

También veo este Evangelio como un recordatorio de cómo Jesús emplea su tiempo. Me recuerda que está presente para llevar a los pecadores de vuelta a Dios, más que para concentrarse en actos de piedad. Veo en este pasaje Su intento de dejar claro que hay un mensaje nuevo que sí cabe en el viejo envoltorio. Este es el centro de mi oración de hoy.

 

Querido Señor,

Demasiado a menudo caigo en la justicia propia de los fariseos.

La vida es tan corta; al final de cada día, veo cuánto de mi tiempo ha sido mal empleado.

Guíame para que invierta mi tiempo en las cosas que realmente importan.

Refuerza mi conciencia del servicio que hace de este mundo un lugar mejor.

Ayúdame a abrazar el nuevo mensaje que trae Jesús.