San Mateo 6,7-15
La alegría del reencuentro en torno a la palabra de Dios sea
el gozo de saber que cada día el Señor nos habla, nos comparte su amor, nos
invita a vivir en plenitud.
El auténtico acercamiento a Dios solo puede realizarse a
partir de una relación filial, una relación de confianza con un padre que
conoce nuestras necesidades y desde este principio brota la enseñanza de la
oración del Padrenuestro.
El carácter de esta oración expresa la relación de intimidad
entre Dios que es ante todo padre y la comunidad de hijos; las primeras
palabras de la invocación reflejan la voluntad de un crecimiento de intimidad
entre el Tu de Dios -”Tu Padre”, “Tu nombre”, “Tu Reino”, “Tu Voluntad”- y el
nosotros de la familia comunitaria -el “Nuestro”, el “da a nosotros”, “nuestro
pan”, “nuestras deudas”, “nuestros ofensores”, “no nos dejes caer en la
tentación”, “líbranos del mal”- como lo introduce en el versículo 7 hoy “no
hablen mucho” allí se afirma la paternidad de Dios, su conocimiento de las
necesidades familiares, la comunión de vida en el seno de la misma familia. Por
esto la primera parte de la oración no se dirige a señalar el interés propio ni
siquiera el interés de la comunidad, es el interés del jefe de familia a quien
nos sentimos profundamente unidos, el Padre.
Tres peticiones van a expresar este interés principal de la
comunidad, esta comunidad que se descubre necesitada de este padre del cielo,
tres peticiones que van al nombre al reino y al querer de Dios, la voluntad de
Dios; tal vez nos detenemos en alguna de ellas, la primera se formula mediante
la búsqueda de la santificación del nombre, el sentido de la petición debe ser
comprendido desde el significado del nombre en la manera de pensar en Israel,
con el termino se designa al mismo ser a quien se le atribuye, en este caso el
ser de Dios, es un Dios santo, pero cuya santidad se ha manifestado y por
consiguiente se pide que Dios sea reconocido, que sus derechos sean aceptados
en la comunidad.
Que venga tu Reino, que se manifieste plenamente en la
historia humana; solo desde la centralidad de Dios en la existencia del hombre
pueden adquirir sentido las necesidades propias de la comunidad de los
hermanos, la necesidad del pan para todos, la creación de un ámbito de perdón,
la fuerza necesaria para vencer al mal en la propia vida… son intereses no
solamente de la comunidad, sino que son intereses del mismo Dios.
Cuando reces retírate a tu cuarto, cuando recen… no sean
palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les aran
caso.
Has que descubra Señor esa verdadera plegaria de la que tú
nos hablas y que semi-silenciosa va de corazón a corazón, ¿me contento con
utilizar solo plegarias ya hechas? ¿o hablo a Dios con mis propias palabras lo más
a menudo posible?