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16 de noviembre


San Lucas 19, 11-28

Una de las cosas más importantes del camino de seguimiento de Jesús al que usted y yo estamos llamados en esta vida es dar. De aquello que hemos recibido, saber dar para dar frutos, para producir. Esto es lo que nos enseña el evangelio que compartimos hoy, Lucas 19, del 11 al 28.

Jesús sigue subiendo hacia Jerusalén, y como ya estaba cerca, muchos pensaron que iban a recibir eso que esperaban, el Reino de Dios. Pero una vez más el Señor aprovecha para enseñarles que el reino no tiene que ver solamente con recibir, sino también con el dar de lo recibido. Te invito a meditar algunas ideas para nuestra reflexión de hoy.

En primer lugar, empiece a dar desde ahora. Si hay algo que nos enseña la Palabra es que la venida del Reino es un intercambio de corazones, un intercambio de amor, un dejar que Dios se me de para poder yo también ofrecerme a Él.

 Esto que parece un trabalenguas es la clave de la vida cristiana. El amor es dar y recibir, es benevolencia y correspondencia. Dios se da por completo todo el tiempo, se dona a todos nosotros y tenemos que imitarlo: dar. Ofrecerle al Señor y ofrecerle a los demás eso que somos. Ofrecer nuestros dones, lo que tenemos, nuestros talentos, nuestras virtudes, nuestras vidas compartidas. Solamente desde ahí las alegrías se agrandan y las tristezas se achican. Usted fijase  cómo muchas veces vivimos tan mezquinamente, buscando siempre sacar provecho, calculando en el “si tu  me das, yo te doy”. Así la vida se amarga, se vuelve gris. Por eso san Pablo nos cuenta que Jesús decía que “hay más alegría en dar que en recibir”.

En segundo lugar, no te paralices. El evangelio nos muestra que Dios es como este hombre rico que confió bienes a sus servidores para que lo administren. Cada uno de nosotros hemos recibido bienes. Es decir, no pongas tu mirada solamente en los pecados.

Recuerde que Dios te dio capacidades, carismas, virtudes para reparar, para trabajar y, fundamentalmente, para amar en el servicio. Por eso pregúntate hoy: ¿qué estás haciendo con lo que Dios te regaló?