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15 de noviembre


San Lucas 19, 1-10


Cada 15 de noviembre la Iglesia Católica celebra a San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia y patrono de los estudiantes de ciencias naturales. Alberto Magno es una figura central de la cultura de la Edad Media por distintos motivos, entre los que su amor por el saber y el conocimiento juegan un papel central. San Alberto Magno exploró con creces la mayoría de ramas de la ciencia de su tiempo e inspiró a mentes excepcionales como la de Santo Tomás de Aquino, su discípulo, a la búsqueda de la verdad. Se le conoce como el  (Doctor Universal) por su vasto saber. Saber obtenido con mucho esfuerzo pero que pocos saben que provenía de una suerte de trato con la Virgen María.

San Alberto nació en  (Alemania) alrededor del año 1206. A los 16 años empezó a estudiar en la Universidad de Padua, donde conoció al Beato Jordán de Sajonia, de la Orden de Predicadores, quien lo inspiró para hacerse dominico

No cabe duda de que San Alberto Magno era un intelectual fuera de lo común. Sin embargo, eso no lo eximió de las debilidades y fragilidades de todo ser humano. Se cuenta que en 1278, mientras daba clases, le falló súbitamente la memoria y perdió por unos momentos la agudeza del entendimiento.

Una vez recuperado el santo volvió sobre un episodio de su juventud. Contó que de joven le costaban mucho los estudios y una noche, desesperanzado, intentó huir del colegio donde estudiaba.

Cuando llegó a la parte superior de una escalera, colgada en la pared, había una imagen de la Virgen María. "Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a mí que soy 'Casa de la Sabiduría'? Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa”, le dijo la Madre de Dios.

“Y para que sepas que fui yo quien te la concedió, cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías", concluyó la Virgen. Para el santo esa súbita pérdida de memoria fue un signo de Dios, que lo llamaba al encuentro definitivo.

 Dos años más tarde, el santo murió apaciblemente, sin enfermedad grave o episodio extraordinario. Ese tiempo compuso un hermoso epílogo de oración y trato cercanísimo con la Virgen; una dulce preparación para el encuentro cara a cara con Dios.

“San Alberto Magno –dijo el Papa Benedicto XVI en 2010– nos recuerda que entre ciencia y fe existe amistad, y que los hombres de ciencia pueden recorrer, mediante su vocación al estudio de la naturaleza, un auténtico y fascinante camino de santidad”.