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26 de octubre


 San Lucas 13,22-30

Esta lectura  nos dice: “…Traten de entrar por la puerta estrecha. Muchos lo intentarán y no podrán entrar…hay últimos que serán los primeros…” ¡Qué Buena Noticia nos deja el Señor en este día!

La Vida con mayúscula, la salvación no se consigue sin comprender, diría Martin Descalzo, “la vida como riesgo”. Sí, creo que en esto consiste la vida cristiana, arriesgarse toda la vida por la Salvación, jugarse por entero.

Jesús no es optimista ni miente en lo que se refiere a la Salvación, la entrada no es fácil, la puerta es estrecha… muchos quedan afuera. Que Jesús nos manifieste esta realidad, es una buena noticia porque nos está mostrando los riesgos de no tomar en serio, el ser sus discípulos, el seguirlo.

Cristo no es el condenador, sino el libertador, no le gusta que los hombres vivan obsesionados por si se salvaran o por cuántos se salvarán, pero si quiere que vivan dedicados a salvarse”

Que bueno que el Señor me diga hoy, “Esfuérzate por entrar por la puerta estrecha” no dejes de arriesgarte, de vivir una vida plena, sencilla, humilde, generosa, comprometida, transformadora.

Él desde el principio te dice la verdad: la puerta estrecha no es el camino fácil. El seguimiento del Señor es cruz, cuesta bastante. Jesús invita a no sentirnos tan seguros de nosotros mismos y a lucharla, Jesús invita al compromiso. Es cierto, en la casa hay lugar para todos…pero entra el que quiere.

El que se decide y la lucha. Ese es el testimonio de los santos. Así que la brújula segura es animarse a la aventura de la fe, es la misión, el don de sí mismo que conduce a una felicidad auténtica, plena y duradera: Jesús no quita la libertad, sino que la libera, Jesús no camina por ti , camina contigo, Jesús no decide en tu nombre, te da fuerzas para animarte a decidir.

 Porque la verdadera libertad es posible sólo en relación con la verdad, el amor y el servicio: “los últimos serán los primeros”. Cada vida es un sueño de Dios, cada historia es vocación en relación con Él. ¡No somos fruto de la casualidad! Dios te pensó para ser feliz. Te va a costar, pero ya sabes el camino. Anímate porque Dios no abandona