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16 de agosto


 San Mateo 19,23-30

En este día el evangelio nos presenta esta escena bíblica en la que Jesús les dice a sus discípulos” Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los cielos. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el Reino de los cielos”.

Qué importante es para nosotros comprender este mensaje. Todos sabemos que nuestra mayor riqueza es el Señor; que todo lo que el mundo nos ofrece no se compara a Su riqueza. Por eso Él nos invita a poner la mirada en lo esencial, que es descubrir lo que nos pide para seguirlo.

Sigue diciendo la Palabra” Los discípulos quedaron sorprendidos al oírlo y preguntaron ¿quién podrá salvarse? Entonces Jesús, fijando la mirada en ellos, respondió: Lo que para el hombre es imposible para Dios es posible.” Qué importante es para nosotros entender que todo lo que nos proponemos, en la clave del Señor, se hace posible desde la Fe.

Luego, Pedro toma la palabra y le dice a Jesús:” Tú sabes que lo hemos dejado todo para seguirte y, ¿a nosotros, ¿qué nos tocará?”. Y Jesús, que es fiel a su Promesa, le dice a Pedro que “los servidores estarán con el Hijo del Hombre”. Y sigue diciendo: Quien, a causa de mi nombre, deje padre, madre, hermanos, hijos o campo, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida Eterna”. Esa es la Promesa del Señor: darnos en abundancia ante lo poco que podamos ofrecer que, para Él, es sumamente valioso.

Y termina con la clave en la cual nosotros, sus discípulos, debemos vivir para ser anunciadores del Reino: Muchos de los primeros serán los últimos y muchos de los últimos serán los primeros. Pidámosle al Señor en este día que podamos ser fieles a su Palabra; que podamos anunciarlo con alegría y que podamos renunciar todo aquello que no nos permite entregarnos por completo a su Amor.  Que el Señor nos bendiga y sea luz y guía durante toda la semana.