San Lucas 5, 1-11
En este jueves vamos a meditar el Evangelio donde Jesús
enseña a la multitud, creo que es un
momento muy importante donde el Maestro se aleja en la barca para poder
enseñarles, donde Jesús siendo el Maestro, pide que se aleje un poco, pide
ayuda, busca los medios para poder llegar lo mejor posible a esta multitud que
lo quería escuchar y que lo seguía , porque todo lo que iba enseñando, las
palabras que él iba diciendo, convencían e iban llegando al corazón. Por eso
creo que la multitud lo sigue, ve un
modelo de vida, una filosofía, se entusiasma, se enamora.
Lo bueno es que Jesús busca los medios, pide ayuda y después
mas adelante, termina con esta pesca
milagrosa, cuando les dice: tira las redes, navega mar adentro, y se llenan
tanto las redes, que no podían sacar los peces, piden ayuda a los apóstoles a
los discípulos para poder llevar a la orilla todos los pescados que habían
sacado.
Jesús sigue enseñando hoy, y hace poco tiempo hemos vivido
como Iglesia, donde el Papa ha convocado a la Jornada Mundial de la Juventud,
donde la persona de él, Jesús enseñó a millones de jóvenes, donde la Palabra se
hizo eco, en el corazón de el santo Padre, para poder transmitir a estos
jóvenes y enviarlos a navegare mar adentro, en cada una de sus comunidades, a
poder ser esos pescadores de hombres, de jóvenes que puedan llevar para
enamorar también esta propuesta de Jesús.
Creo que la propuesta del Santo Padre es la misma propuesta
del Maestro, es esa palabra de vida, es esa palabra de amor, esa palabra que
convence y que entusiasma, enamora y que por eso también han respondido
millones de jóvenes a esta jornada Mundial de la Juventud. Hoy sigue enseñando
desde la persona de él.
Jesús sigue enseñando, busca los medios, se prepara, por
medio de nosotros para poder enseñar pero también a su vez, para que nosotros podamos reconocer
su Palabra en nuestro y hermanos, y dejarnos entusiasmar e impulsarnos a ser
esos evangelizadores, como dice el Santo Padre, en cada rincón de nuestra
tierra.