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8 de octubre


 San Lucas 11,27-28.

Hoy nos encontramos con un pequeño párrafo del Evangelio, muy profundo. Donde un desconocido alaba a María diciéndole a Jesús: “Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron”. Y Jesús que responde, quizá un poco misterioso, descolocándonos, pero responde poniendo a María como es: Discípula, y marcándonos a nosotros el camino del discipulado. “Dichosos más bien aquellos que escuchan la Palabra y la ponen en práctica”.

Le pedimos a María que nos enseñe a ser Discípulos, como lo es ella. Le pedimos a María que nos enseñe a escuchar a Jesús y que nos ayude a vivir la Palabra en el día a día. A pesar de nuestra cerrazón de corazón. A pesar de nuestras incoherencias, somos Discípulos porque escuchamos la Palabra. Somos Misioneros porque la llevamos con nuestra vida.

A 15 años del acontecimiento de Aparecida somos Discípulos y misioneros de Jesús.