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28 de septiembre

San Lucas 9,57-62

Este texto del evangelio nos da la oportunidad para reflexionar sobre el seguimiento a Jesús. El seguimiento a Jesús es una cuestión de amor; si lo amamos realmente de verdad lo seguiremos hasta las últimas consecuencias de lo contrario será cuestión de tiempo para saber que uno lo dejará sólo si no hay amor en el seguimiento.

 Es así, si hay amor lo seguiremos sino hay amor lo dejaremos. Por lo tanto, los que realmente están enamorados de Jesús son sus fieles seguidores que lo dan todo por él sin abandonarlo nunca. Quienes aman a Jesús nunca tienen escusas para servirle y trabajar por su reino. No tienen otras opciones más que las de Jesús, porque él es la opción fundamental.

Por eso sería bueno preguntarse cómo es nuestro seguimiento a Jesús. ¿Hay amor en nuestro seguimiento? ¿estoy enamorado de Jesús? ¿Soy de elegirlo siempre a él? O ¿siempre se presentan otras opciones para elegir o dejo de último a Jesús?

Los que lo elegimos y seguimos a Jesús nunca nos arrepentiremos de haberlo hecho, somos muy felices de vivir con él, felices de vivir para él con las manos puestas en el arado trabajando por su reino.

Que Dios nos conceda amor para poder seguir fielmente a Jesús a todos lados sin reclinar la cabeza como él.