Páginas

17 de enero

 

Marcos 3,1-6

Este pasaje relata un acontecimiento en el que Jesús entra a una sinagoga en el día de reposo y se encuentra con un hombre que tenía una mano atrofiada. Los fariseos y herodianos observaban a Jesús con la intención de acusarlo, esperando que hiciera algo que consideraran como una violación de las leyes del reposo sabático.

A pesar de no tener argumentos sólidos para acusarlo, su actitud de vigilancia constante entristece y enoja a Jesús. Él comprende que están más interesados en atraparlo en una falta que en entender y experimentar el verdadero poder y amor de Dios.

En respuesta a esta situación, Jesús decide sanar la mano del hombre en sábado. Con este acto de misericordia y compasión, Jesús demuestra que el tiempo está hecho para dar gracias, glorificar a Dios y ayudar a aquellos que más lo necesitan. Su acción muestra que el reino de Dios es un lugar donde todos tienen cabida y donde los más necesitados encuentran ayuda y consuelo.

Esta reflexión nos invita a examinar nuestras actitudes hacia los demás y hacia las reglas establecidas. La historia nos recuerda la importancia de priorizar la compasión y la justicia sobre las tradiciones y reglamentos. Nos insta a buscar el reino de Dios, donde todos son amados, valorados y cuidados.

En nuestras vidas, podemos seguir el ejemplo de Jesús al buscar oportunidades para mostrar amor y compasión hacia los demás, especialmente aquellos que son marginados o sufren. Además, podemos cuestionar nuestras propias actitudes y prejuicios, recordando que el verdadero significado del día de reposo no es simplemente cumplir con las reglas, sino vivir en sintonía con la voluntad de Dios y tratar a los demás con amor y dignidad.