San Juan
2:13-22
Hoy celebramos la dedicación de la Basílica de
Letrán.
Pero antes
este pasaje de Juan , vemos que Jesús visita el templo en Jerusalén y encuentra
a los comerciantes vendiendo animales para los sacrificios y cambistas de
dinero. Enfrentando esta situación, Jesús expulsa a los comerciantes y dice:
"No hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado". Luego, hace
una referencia profética diciendo: "Destruid este templo, y en tres días
lo levantaré"
La
dedicación de la Basílica de Letrán, por otro lado, es un evento importante
dentro de la Iglesia Católica que marca la consagración de la Catedral del Papa
y es considerada la "Madre y Cabeza de todas las iglesias de la ciudad y
del mundo"
Aquí hay
algunas posibles reflexiones:
1. La pureza
de la adoración: Jesús muestra su celo por la pureza de la adoración en el
templo al expulsar a los comerciantes. Esto nos invita a reflexionar sobre si
nuestra adoración se ha vuelto superficial o comercializada de alguna manera.
¿Estamos adorando a Dios con sinceridad y pureza de corazón
2. El templo
como símbolo: En su declaración sobre "destruir este templo", Jesús
no se refería al edificio físico, sino a su propio cuerpo que sería crucificado
y resucitaría en tres días. Nos recuerda que él es el verdadero templo, el
lugar donde podemos encontrar la presencia y el favor de Dios. ¿Estamos
construyendo nuestra fe en él como nuestro verdadero templo?
3. La
importancia de la dedicación: La dedicación de la Basílica de Letrán es un
recordatorio de la importancia de consagrar y dedicar nuestros lugares de
adoración y nuestros corazones a Dios. Nos desafía a considerar si estamos
dedicando tiempo y esfuerzo para construir nuestra relación con Dios y hacer de
nuestras vidas un lugar sagrado para su presencia.
4.
Reconstrucción interior: Jesús dijo que él levantaría el templo en tres días,
refiriéndose a su resurrección. Esta afirmación nos invita a considerar la
necesidad de una reconstrucción interior en nuestras propias vidas. ¿Estamos
permitiendo que Jesús nos transforme y nos levante de nuestras caídas, pecados
o debilidades?
En otras
palabras, tanto el pasaje de Juan 2:13-22 como la dedicación de la Basílica de
Letrán nos llaman a reflexionar sobre la pureza de nuestra adoración, la
importancia de Cristo como nuestro verdadero templo, la necesidad de dedicarnos
a Dios y permitir que Jesús nos transforme para su gloria.