San Mateo 4, 18-22
En este pasaje, podemos aprender valiosas lecciones de los
primeros discípulos de Jesús: Pedro y Andrés.
En el Evangelio, vemos cómo Jesús caminaba junto al mar de
Galilea, cuando vio a Pedro y a su hermano Andrés, quienes eran pescadores.
Jesús les dijo: 'Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres'. Sin
dudar, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
Esta llamada de Jesús a Pedro y Andrés tiene una profunda
enseñanza para todos nosotros. Nos muestra la importancia de estar dispuestos a
dejar atrás nuestras ocupaciones y compromisos diarios cuando Jesús nos llama.
Él nos invita a dejar todo aquello que nos ata a este mundo material y a
seguirlo de cerca.
La respuesta de Pedro y Andrés es un ejemplo de pronta
obediencia y confianza en Jesús. Ellos dejaron sus trabajos, sus bienes
materiales y su comodidad, para embarcarse en la misión que Jesús les tenía
preparada. Esta actitud nos desafía a reflexionar sobre nuestra propia
disposición para seguir a Cristo sin reservas.
El llamado de Jesús no significa que debemos abandonar
necesariamente nuestras ocupaciones y responsabilidades. Más bien, nos invita a
ponerlo a Él en el centro de nuestras vidas y a colocar las prioridades del
Reino de Dios por encima de todo. Debemos estar dispuestos a dejar ir lo que
sea necesario para cumplir con Su voluntad.
Pedro y Andrés se convirtieron en pescadores de hombres,
dejando sus redes de pesca para convertirse en apóstoles y llevar el mensaje de
salvación a los demás. Ellos respondieron a la llamada de Jesús y fueron
testigos del poder transformador de Su amor y gracia.
Hoy, al reflexionar sobre este pasaje, debemos cuestionarnos
si estamos dispuestos a responder al llamado de Jesús en nuestra propia vida.
¿Estamos dispuestos a dejar atrás lo que nos impide seguirlo de cerca? ¿Estamos
dispuestos a ser instrumentos de su amor y gracia en el mundo?
Que este Evangelio nos inspire a renovar nuestro compromiso
con Jesús y a seguirlo con valentía y entrega total. Que estemos dispuestos a
abandonar nuestras propias redes y a confiar plenamente en Él. Que podamos
convertirnos en pescadores de hombres, llevando la buena noticia de salvación a
todos aquellos que nos rodean.
Que el ejemplo de Pedro y Andrés nos guíe en nuestro viaje
espiritual y nos lleve a una relación más profunda con Jesús. Que su testimonio
nos inspire a ser fieles discípulos y verdaderos seguidores de Cristo.