Mateo 10,17-22
En el pasaje bíblico, Jesús está preparando a sus discípulos
para la persecución y la oposición que enfrentarán en su misión de difundir el
evangelio. Les advierte que serán arrestados, entregados a las autoridades y perseguidos
por su fe en Él.
Es interesante notar que la buena noticia del evangelio
puede provocar violencia y oposición porque desafía los poderes establecidos y
confronta las estructuras de injusticia y pecado presentes en el mundo. La
verdad del evangelio es transformadora y cuestiona los sistemas de poder y las
ideologías que se oponen a los valores del Reino de Dios, como el amor, la
justicia y la misericordia.
Sin embargo, a pesar de la persecución y la oposición, Jesús
invita a sus seguidores a perseverar en su fe. Esta perseverancia no es solo
una actitud de resistencia pasiva, sino una coherencia activa con la fe.
Significa mantenerse firmes en la verdad del evangelio, aún en medio de las
dificultades y los obstáculos.
La gracia de la perseverancia nos es concedida por Dios. Es
su fortaleza y su amor inagotable lo que nos permite seguir adelante, incluso
cuando las circunstancias parecen adversas. La perseverancia nos ayuda a
mantenernos fieles a nuestra vocación cristiana, a seguir el ejemplo de Jesús y
a difundir su amor y su mensaje de salvación.
En este día, mientras recordamos la muerte de san Esteban y
consideramos la realidad de la persecución, pidamos a Dios la gracia de la
perseverancia y la fortaleza para ser testigos valientes del evangelio, incluso
en medio de la adversidad. Que podamos ser coherentes con nuestra fe y brillar
con el amor y la esperanza que solo Jesús puede dar.