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5 de agosto

 


San Mateo 14, 1-12

En este primer sábado de agosto, se nos narra en el evangelio de San Mateo, el martirio de San Juan Bautista, si bien nos es la fiesta de su martirio, sin embargo, esta relatado aquí el martirio, ¿Y por qué muere Juan Bautista? ¿Por qué pierde la vida? Pierde la vida por decir la verdad. Este es el mártir de la verdad y como Cristo es la verdad, entonces también en el fondo está dando la vida por Cristo.

 

Por eso  San Juan Bautista también lo consideramos mártir. Él no tiene pelos en la lengua, el dice la verdad, aunque esa verdad frente a los poderosos le moleste.

 

¿Y cuál era la verdad que el proclamaba? Le decía a Herodes que la mujer que tenía no era de él, era la de su hermano, se la había robado, había cometido una injusticia, porque no era de él, no le pertenecía y por lo tanto había robado algo que no era suyo.

 

Esto evidentemente llenaba de odio, de rabia a la mujer, y entonces por medio de esta fiesta que Herodes había dado y la hija de Herodías baila tan gratamente que Herodes le ofrece todo lo que quiera y entonces ella en instancia de la madre, pide la cabeza de Juan el Bautista.

 

ser cristianos, implica siempre un riesgo, implica siempre también la disponibilidad a dar la vida por Jesús.

 

Pidamos al Espíritu Santo para que él fortalezca nuestra alma y podamos en las pequeñas cosas de cada día, en las cuales tengamos que decir la verdad, podamos decirla con valentía, con respeto ,con suavidad y con firmeza.

 

Sabiendo que esa verdad también es para uno, porque uno también es juzgado por la verdad, no somos los dueños de la verdad, sino que estamos en la verdad, que es distinto.

 

La verdad es más grande que nosotros, porque la verdad es Cristo mismo, entonces pidamos este coraje, en estos tiempos de incertidumbre, en estos tiempos de confusión, donde parece que todo es igual y nada es mejor, no tengamos miedo en proclamar la verdad del evangelio, aunque eso nos traiga desprecio y burlas y siempre con esa disponibilidad profunda hasta desear derramar la sangre por Jesús nuestro Señor.