San Mateo
14, 1-12
En este
primer sábado de agosto, se nos narra en el evangelio de San Mateo, el martirio
de San Juan Bautista, si bien nos es la fiesta de su martirio, sin embargo,
esta relatado aquí el martirio, ¿Y por qué muere Juan Bautista? ¿Por qué pierde
la vida? Pierde la vida por decir la verdad. Este es el mártir de la verdad y
como Cristo es la verdad, entonces también en el fondo está dando la vida por
Cristo.
Por eso San Juan Bautista también lo consideramos
mártir. Él no tiene pelos en la lengua, el dice la verdad, aunque esa verdad
frente a los poderosos le moleste.
¿Y cuál era
la verdad que el proclamaba? Le decía a Herodes que la mujer que tenía no era
de él, era la de su hermano, se la había robado, había cometido una injusticia,
porque no era de él, no le pertenecía y por lo tanto había robado algo que no
era suyo.
Esto
evidentemente llenaba de odio, de rabia a la mujer, y entonces por medio de
esta fiesta que Herodes había dado y la hija de Herodías baila tan gratamente
que Herodes le ofrece todo lo que quiera y entonces ella en instancia de la
madre, pide la cabeza de Juan el Bautista.
ser
cristianos, implica siempre un riesgo, implica siempre también la
disponibilidad a dar la vida por Jesús.
Pidamos al
Espíritu Santo para que él fortalezca nuestra alma y podamos en las pequeñas
cosas de cada día, en las cuales tengamos que decir la verdad, podamos decirla
con valentía, con respeto ,con suavidad y con firmeza.
Sabiendo que
esa verdad también es para uno, porque uno también es juzgado por la verdad, no
somos los dueños de la verdad, sino que estamos en la verdad, que es distinto.
La verdad es
más grande que nosotros, porque la verdad es Cristo mismo, entonces pidamos
este coraje, en estos tiempos de incertidumbre, en estos tiempos de confusión,
donde parece que todo es igual y nada es mejor, no tengamos miedo en proclamar
la verdad del evangelio, aunque eso nos traiga desprecio y burlas y siempre con
esa disponibilidad profunda hasta desear derramar la sangre por Jesús nuestro
Señor.