San Lucas 11, 5-13
En el
Evangelio de hoy el Señor nos sigue enseñando sobre la oración , sobre cómo
debemos orar. Y más que nada nos enseña que la oración debe ser confiada e
insistente.
Cuando necesitemos algo no tenemos que dudar de pedir lo que nos hace falta, y tenemos que hacerlo con insistencia y en cualquier momento. Siempre es oportuno para pedir en la oración. Basta con que cuando pidamos en la oración lo hagamos con insistencia y confiados en saber que vamos a alcanzar aquello que pedimos
Orar, orar
con el corazón, pedir con el corazón. No tengamos miedo en pedir lo que
necesitemos a nuestro Padre Dios en la oración, que seguro nos escucha y nos da
lo que necesitemos.
San Juan de
la Cruz nos dice “Se alcanza de Dios, como de él se espera” y Santa Teresita
nos enseña también que “la oración es como una Reina que en todo momento tiene
acceso al Rey y que alcanza todo aquello que le pida”.
Jesús nos
dice que Dios es buen Papá que ama a sus hijos y que da generosamente a los que
le piden.
¿Piensas que Dios es un buen Papá y que siempre nos da
lo que nos hace falta? ¿Cuántas veces en tu vida experimentado la bondad de
Dios? ¿Cómo es tu oración hacia Dios? ¿Tu oración es confiada e insistente?
¿Qué pasa cuando sientes que tu oración
a sido escuchada? Porque seguramente muchas veces Dios escuchó tus oraciones y
eso te ayudó a crecer más en confianza con él.
Hoy pidamos
en la oración crecer más en la confianza y en la insistencia sabiendo que se
alcanza como se pide.