San Mateo 14, 22-36
Nuestra
Señora de los Ángeles es una advocación de la Virgen María. Fue declarada
patrona de Costa Rica y según el papa Juan Pablo II, es protectora de las
Américas.
Costa Rica,
celebra a Nuestra Señora de los Ángeles en la ciudad de Cartago, realizando una
romería hasta el santuario en la Basílica de los Ángeles, cada 2 de agosto y
desde finales del siglo XIX.
Alrededor
del mundo existe una iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Italia,
España, El Salvador, México, Estados Unidos, Argentina y Venezuela. En Panamá
se encuentra la Parroquia Nuestras Señora de Los Ángeles, en cuya parroquia
existen lazos estrechos con la comunidad de Cartago en Costa Rica.
Y el
evangelio de hoy nos habla de aquel
momento cuando Jesús camina sobre el agua, nos dice el evangelio que hay un
dialogo entre la necesidad y la respuesta a esa necesidad. La necesidad la
expresa Pedro:” Señor si eres tú mándame, ir a tu encuentro sobre el agua”
La respuesta
de Jesús: Ven, también el Señor sálvame y Jesús le responde: Hombre de poca fe,
porque dudaste, e inmediatamente sigue la curación en la región de Genesaret,
donde Jesús cura a un enfermo que con solo tocar los flecos de su manto decían,
podían quedar curados.
Estas dos
experiencias que vivieron los discípulos, fueron tan fuertes, que le dieron a
ellos, un sentido muy fuerte de lo que es la fe. La fe es precisamente la
garantía de lo que esperamos y la seguridad de lo que no vemos. L a fe es una
forma de vida y por eso la fe más que producir milagros en el sentido técnico
como entendemos de la palabra, produce la fuerza necesaria, para estar bien
parados desde Dios, en la realidad en que nos toca vivir.
Por eso que
bueno que en la vida sepamos acompañar desde la fe, todos los acontecimientos
límites por los que vivimos, como cuando se hundía la barca, en el caso de los
discípulos o con la gente ya tan en situación límite que tenían la certeza de
que con solo tocar su manto iban a quedar curados.