San Mateo 20, 20-28
El 25 de julio la Iglesia celebra la Fiesta de Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por Cristo. El apóstol Santiago destaca en la historia de la Iglesia en virtud de su empuje evangelizador, que lo llevó a tierras tan lejanas como las de la península ibérica.
Se le suele representar vestido de peregrino, o como soldado montado en un caballo, empuñando una lanza, en actitud de lucha, plasmando de alguna manera aquello que San Juan Crisóstomo dijo de él: “Fue el apóstol más atrevido y valiente”.
El “hijo del trueno” -como le llamó Jesús, igual que a su hermano, Juan- es el patrón de España y su caballería, así como de los curtidores, veterinarios y equitadores. Santiago es también patrono de varias ciudades en el mundo, fundadas o influenciadas por la cultura hispánica. Algunas de esas ciudades incluso llevan su nombre, como es el caso de Santiago de Chile, Santiago en República Dominicana, Santiago de Cuba, Santiago de Veraguas en Panamá.
De acuerdo a los Evangelios, el apóstol Santiago fue testigo junto a Juan y Pedro de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor, de la pesca milagrosa y de la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní -entre los pasajes más representativos-.
De acuerdo a la tradición, Santiago llegó hasta España a
proclamar el Evangelio, marcando para siempre la identidad española. En ese
país está ubicada la catedral de Santiago de Compostela, considerada su
principal Santuario y donde reposan sus restos. Hacia ese lugar peregrinan
miles de personas cada año, deseosas de recorrer “el camino de Santiago”.