San Mateo 9,14-17.
En el Evangelio de hoy Jesús, frente a los discípulos de
Juan comienza a predicarles y a hablarles sobre la llegada de nuevos tiempos
que tiene que ver con su misma presencia. Un nuevo tiempo que se indica con
algunas imágenes, por ejemplo, la presencia del esposo que llega a la fiesta de
bodas y por lo cual los amigos no pueden estar tristes. El género nuevo que no
puede ser utilizado para remendar un vestido viejo. El vino nuevo que no se
puede colocar en odres viejos.
Con la llegada de Jesús, se abre un tiempo novedoso, donde
lo viejo ya no puede existir, porque la presencia de Jesús hace nuevas todas
las cosas. Y se trata de esta manera de vivir con su presencia una fiesta
verdadera, una fiesta donde todos estamos invitados, nadie queda excluido y donde
el amor, la misericordia, el perdón, el bien común, serán los platos
principales para que todos podamos compartir.
Te invito a que te sumes a esta nueva fiesta, hace que Jesús
sea el centro de tu vida y también de tu corazón. Estoy seguro de que Él traerá
nuevos horizontes, nuevas perspectivas, nuevos sueños, nuevos proyectos. Él
hará que tu interior se encienda con nuevas luces. Si eres capaz de vivir la
presencia de Jesús reinando en tu vida compartirás el gozo verdadero con los
demás. No cabe duda de que todos somos responsables como cristianos, como
hermanos en la Fe de poder hacer presente la alegría, sabiendo que Jesús
siempre sale a nuestro encuentro para hacer presente el Reino de Dios en medio
de nosotros.
Que en este día la alegría y la paz se instalen en tu
corazón y puedas gozar de la del Resucitado.