Nos
encontramos en torno a la palabra del Señor, en este día el evangelio nos
invita a descubrir claramente esta imagen que usa Jesús, esta comparación del
reino de los cielos, y con esta pregunta comienza Jesús.
¿A qué se parece el reino de los cielos, a qué
podré compararlo, la imagen que utiliza es la de semilla de mostaza, que es muy
chiquita, pero cuando se siembra y crece se convierte en un gran arbusto que
sirve de cobijo para las aves del cielo y luego también añade la comparación de
una levadura que una mujer mezcla en una gran cantidad de harina, parecería a
cierta vista que el reino de Dios es insignificante, casi no se ve, sin embargo
el reino del Señor está siempre presentes entre nosotros, en nuestra vida
cotidiana y en las cosas simples de la vida.
El Señor
tiene el poder de mostrarse como Él quiere, sin embargo eligió lo simple y
sencillo para que nosotros podamos reconocer su presencia, en esa simpleza
aparece la fortaleza, lo perfecto de Dios entre nosotros.
Siempre el
Señor va a utilizar imágenes para poder hablar del reino de Dios y ¿Qué es el
reino? Es la presencia de Él entre nosotros, son aquellos signos que nos
muestran que el Señor camina a nuestro lado, que es nuestra mejor compañía, es
el centro de nuestra vida e historia y dependerá de nosotros en que lugar lo
ubicamos y que espacio le ofrecemos al Señor.
Que esta
palabra sea para nosotros un motivo de esperanza, por momentos atravesamos
situaciones difíciles que no nos permiten ver claro, que parecería que el Señor
se ha olvidado de nosotros y que no nos escucha en las oraciones. Sin embargo,
Él está allí en lo simple, sencillo, cotidiano, en el día a día.
Querido
hermanos que nunca dejemos como creyentes y cristianos, hijo de Dios de buscar
siempre su reino.