San Mateo 9, 14-15
En la tradición de la Iglesia católica, el ayuno siempre ha
sido una herramienta que nos permite acercarnos más a Dios.
Privarnos de algún alimento, o de algún bien nos ayuda a
crecer, en el seguimiento de Jesús y dispone nuestra alma, a nuestro espíritu
para poder rezar con mayor facilidad y poder entrar realmente en contacto con
Jesús.
En este tiempo de cuaresma, es fundamental el tema del
ayuno. Cada vez que hablamos de ayuno, es importante tener en cuenta con que
espíritu se hace el ayuno, que es lo que nos mueve a ayunar.
No es buscarnos a
nosotros mismos sino buscar realmente
ese profundo encuentro con el Señor.
Considerar al ayudo, justamente como medio para llegar a
Dios, es algo valido, algo importante. Ahora, cuando el ayuno se transforma
simplemente en el fin, ayunamos por ayunar o para cumplir, no tiene ningún
sentido.
El verdadero valor del ayuno es que nos acerque a Dios. El
texto del evangelio de hoy nos hablaba
de eso, los discípulos ya tenían a Jesús
allí, frente a ellos, que sentido tenía ayunar, ya estaban en la presencia de
Dios.
Nosotros, que lo tenemos presente sacramentalmente, tiene
mucho sentido el ayuno que realizamos, porque sin duda nos acerca y en lo
profundo de nuestros corazones, se genera esa nostalgia de la presencia de
Dios, saber que lo tenemos sacramentalmente pero que, aún todavía no lo podemos
ver cara a cara, eso será sin duda en el cielo.
Y este ayuno, de algún modo nos recuerda, nos hace presentes
nuestra realidad humana, que es estar separados de Dios, no poder estar todavía
en su presencia.
Lo tenemos, pero todavía no. Ese famoso “Ya, pero todavía
no”.
Pidamos en este tiempo de cuaresma al Señor, la Gracia de
poder valernos de todas las herramientas, que nos regala la Iglesia católica
para CRECER en el seguimiento de Jesús, el ayuno es una de ella, pero no
olvidemos la caridad, la oración, no olvidemos compartir con los que más
necesitan.
Pidamos la Gracia de poder salir entonces del propio
egoísmo, cuando uno ayuna toma conciencia de esto. Que María, nuestra madre nos
siga cuidando.