Páginas

1 de marzo

 

San Marcos 10, 28-31

 En este Evangelio vemos cómo Pedro se anima a seguirlo a Jesús, como un desafío, y a diferencia del joven rico que cuando se le dice que le faltaba para ser perfecto era dejar todo, el joven rico se fue entristecido; Pedro, y sus discípulos, se animaron a seguir a Cristo.

La promesa de nuestro Señor es que aquel que se anima a dejar todo por el Evangelio tendrá mucho más, cien veces más, el Señor te lo promete, te lo promete ya aquí en esta vida y después en la vida del mundo futuro.

Debemos creerle a nuestro Señor, porque si es Cristo el que te está prometiendo, es el mismo Dios. Jesús no nos promete que la vida del discípulo va a ser una vida fácil, Jesús nos promete que a los discípulos nos va a dar la paz interior, que vamos a tener luchas, que vamos a tener dolor, que vas a tener una cruz pesada, pero Él está contigo, esa es la alegría del cristiano.

Más allá de eso, de todo lo que Jesús te puede dar en esta vida, que es paz interior, que es lo más grande que el hombre puede tener, te promete la vida eterna. Entonces, vale la pena dejarlo todo por Cristo, por la causa del Evangelio; y dejarlo todo significa poner a Dios en primer lugar, dejar madre, padre, hijos, campo; significa poner a Cristo en primer lugar. No te pide que abandones a tu familia, te pide que lo pongas a Cristo en el primer lugar, que Él sea el centro de tu familia, de tu negocio. El Señor pide que recemos antes de comenzar una tarea, como encomendando la obra a Él, y Él te va a bendecir, te pide que bendigas la mesa y no te va a hacer faltar el pan; pide que bendigas tu negocio y Él te va a bendecir; pide que seas honesto, y Él te va a bendecir.

Si le creemos a Dios, va a hacer maravillas, Él te va a salvar, si le crees realmente la Palabra viva y eficaz de nuestro Señor vas a ver cómo Él salva tu alma.

Vale la pena ser un cristiano honesto, ser un cristiano que da testimonio, vale la pena ser un cristiano que se juega por Dios.

Me queda decir fuerza, ánimo y sigue adelante, sigue predicando el Evangelio, el Señor te va a bendecir.