San Marcos 1, 14-20
El evangelio de Marcos, con un estilo sencillo y popular,
nos va contando las palabras y los hechos de Jesús.
Este texto de hoy nos narra el comienzo del ministerio de
Jesús en Galilea. El mensaje que Marcos pone en labios de Jesús es sencillo:
está cerca el Reino de Dios, conviértanse y crean en la Buena Noticia. La Buena
Noticia es el evangelio que tiene que cambiar nuestra actitud ante la vida. O
mejor: tiene que cambiar nuestra vida. En seguida empieza Jesús a llamar a
discípulos: hoy llama a cuatro, dos parejas de hermanos. Simón y Andrés, Juan y
Santiago. El relato es bien escueto. Sólo aporta dos detalles: que es Jesús
quien llama, y que los llamados lo siguen inmediatamente, formando ya un grupo
en torno a Jesús. Serán los primeros discípulos.
Somos invitados a escuchar a Jesús, nuestro auténtico
Maestro, y a seguirle en su camino. Es la escuela de Jesús. De Jesús estamos
aprendiendo, es nuestro Maestro. Es nuestro Evangelizador, él nos evangeliza si
nos dejamos evangelizar. Somos invitados a «convertirnos», o sea, a ir
aceptando en nuestras vidas la mentalidad de Jesús. Esto implica cambiar
nuestra mentalidad y nuestras actitudes. Si creyéramos de veras, como aquellos
cuatro discípulos, la Buena Noticia que Jesús nos anuncia también a nosotros,
¿no tendría que cambiar más nuestro estilo de vida? ¿no se nos tendría que
notar que hemos encontrado al verdadero Maestro? Son preguntas que podemos
hacernos.
Conviértanse y crean en la Buena Noticia. Convertirse significa
cambiar, abandonar un camino equivocado y seguir el verdadero camino, el camino
de Jesús. Y cada día tenemos que convertirnos a Jesús. Jesús nos invita a creer
en la Buena Noticia, a creer en el Evangelio. El mensaje de Jesús es radical:
no nos puede dejar indiferentes.
Los primeros discípulos: «Lo dejaron todo y le siguieron».
Tuvieron una buena disposición. Los cuatro son pescadores. Ellos van a dejar
sus barcas y sus redes que eran sus elementos de trabajo.. Dejan todo para
seguir a Jesús. Dejan a sus familias y sus elementos de trabajo para seguir al
Maestro Jesús. Irán con él de pueblo en pueblo misionando. Trasmitiendo una
alegre Noticia: el Reino ya está presente, ya llegó porque Jesús es el Reino en
medio nuestro. Que mejor noticia que esta. También nosotros tenemos que
anunciar a Jesús. El nos cambió la vida y es nuestro deber compartirlo y
anunciarlo para que otros lo conozcan, no podemos ser egoístas. Seamos alegres
anunciadores de Jesús.