San Lucas 16, 1-8
Hoy la liturgia nos propone esta parábola del Señor para
nuestra meditación. Es algo extraña, ya que nos propone como ejemplo a este
administrador a quién su señor le pide cuentas de su trabajo ya que lo denunciaron
por malgastar los bienes a su cargo. Y este administrador, para no quedarse en
la calle compra la buena voluntad de los deudores reduciéndoles las deudas.
Jesús alaba la astucia de este hombre y concluye diciendo
que los hijos de este mundo son más hábiles en los negocios que los hijos de la
luz.
Jesús no nos invita a que seamos deshonestos…!!!sino
tendríamos que justificar que el hacer baterías
para un examen o copiarse es bueno ya que lo importante es aprobar…!!!
No…!! Sacarse una buena nota copinándose
es deshonesto, y esto termina siendo para nuestra vida una pérdida más que una
ganancia…
Hoy en día hablamos mucho de la corrupción de los políticos,
pero no sólo la corrupción se vive a
nivel del gobierno o de los políticos, sino también en lo cotidiano de nuestras
vidas: como pasar el semáforo en rojo, tirar basura en la vía pública,
copiarse, etc.
Jesús nos enseña que hay acumular tesoros en el cielo donde
la polilla y el herrumbre no lo corroen… por eso siempre hay que apostar por el bien; no porque todos hagan mal
justifica que yo lo tengo que hacer, diciendo que eso es normal porque todos lo
hacen. La ganancia que tenemos que buscar es invirtiendo todo nuestra energía
haciendo el bien a los demás…