San Juan 6,22-29
Toda la gente de Galilea, los discípulos en particular, pero
todos en general, están admirados por las obras, por los signos que Cristo
realiza… Acaba de dar de comer a cinco mil hombres con tan sólo cinco panes y
dos peces y ahora lo han visto caminar sobre las aguas… ¡Sí! Este hombre logra
cosas increíbles, hace posible lo imposible…
Así las cosas, sobre el final del Evangelio de hoy, los
discípulos le preguntan a Cristo: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras
de Dios?”, es decir, cómo podemos hacer también nosotros para ser como tú, para
hacer lo que tú haces… Jesús responde dándonos la clave de todas las claves:
“la obra de Dios es que ustedes crean en aquél que él ha enviado”, es decir,
quieren ser como yo, quieren hacer lo que yo hago: pues, comiencen por creer…
Jesús, repito, nos da una clave fundamental para que podamos
hacer, en nuestras vidas, lo que Él ha hecho en la suya, la clave es creer.
Creer en Cristo, creerle a Cristo. Jesús ya lo ha dicho en otras ocasiones:
“todo es posible para quien tiene fe… para quien cree”.
¡Cuánto más podremos nosotros, en nuestras vidas, que
contamos con el testimonio de Cristo y de María! Recuerden lo que el Ángel
mismo apuntó a la Virgen en el diálogo de la Anunciación: “¡Nada hay imposible
para Dios!”.
Ahora, que estamos celebrando el tiempo de Pascua, el tiempo
de Resurrección, cobran todavía más fuerza esas palabras: “¡Nada hay imposible
para Dios!”. Palabra que Cristo viene a completar cuando nos avisa que, si le
creemos a Él, si le creemos a Dios en Él, tampoco para nosotros habrá nada
imposible.
Albert Einstein decía: “si lo puedes imaginar, lo puedes
lograr”. Nosotros hoy, de la mano de Cristo, diremos todavía más: si lo puedo
creer, si tengo fe, entonces lo puedo hacer, entonces lo puedo lograr.
Invito a cada uno a que piense en este tiempo de
Resurrección y Pascua, cuál es el siguiente paso que quiere dar en su vida, qué
es eso tan importante que desea hacer… Una vez imaginado, le presento al Señor
ese paso, lo pongo en sus manos, le creo a su Palabra: “¡Nada es imposible para
Dios!”… Y creyendo, pongo manos a la obra.
¡Señor, queremos ser como tú eres, queremos hacer lo que tú
haces!¡Basta con que CREAN… -dice el Señor!